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Dani Fragoso, en un encuentro frente al Atlético de Madrid con el Granada 74. |
Daniel Fragoso, ex futbolista de 38 años ha jugado en varios equipos de España a lo largo de su carrera. Cádiz, Albacete, L' Hospitalet, Lleida Esportiu, Atlético Baleares o Real Jaén son algunos de los clubes que han visto pasar por sus filas al que fue defensa durante tantos años. A pesar de que gran parte de su carrera haya tenido lugar en la Segunda División B, también militó en la categoría de plata del país.
En el mercado de invierno de la campaña 2006/07, fichó por el Ciudad de Murcia. Tuvo unos meses buenos en la capital de la Región de Murcia, estuvo cerca de lograr el ascenso incluso, pero en verano se produjo un hecho histórico. Quique Pina, empresario y dueño del club por aquel entonces, decidió deshacerse de él. Carlos Marsá, presidente del Granada 74, compró el club y lo trasladó a la capital de provincia andaluza para poner a su club a competir en el fútbol profesional. Por lo tanto, el equipo rojinegro perdió su nombre, su escudo y su ciudad, dejando huérfana a la afición.
Dani Fragoso fue uno de los ocho jugadores que se mantuvieron en el club en el traslado a Granada. Hemos hablado con él para saber como se vivió la situación desde dentro del vestuario y todas las complicaciones que hubo.
¿Cómo fue tu experiencia en el Ciudad de Murcia?
Estuve allí medio año. Anteriormente estaba en el Barça "B" y en Navidad me llegó la propuesta de Quique Pina y de Juan Carlos Cordero, el director deportivo. Me llamaron y me comentaron el proyecto que había, decidí salir de Barcelona y mi experiencia allí fue muy positiva. Fue la primera vez que jugué en Segunda División, estábamos arriba y por detalles no pudimos ascender a Primera División, pero había muy buen equipo.
¿El ambiente en el vestuario era bueno?
Sí, había grandes jugadores que habían jugado en Primera y gente consagrada en Segunda. El ambiente era muy bueno y desde que llegué me trataron genial el cuerpo técnico, directiva y jugadores, a pesar de mi edad y del poco tiempo que llevaba. Me acogió muy bien tanto el equipo como la ciudad.
Nos enteramos de la posible venta del equipo por la prensa"
¿Cómo empiezan a surgir los rumores de que Quique Pina iba a vender el club?
Nosotros nos enteramos por la prensa. Obviamente esos temas son personales y privados, pero nos enteramos por la prensa y a partir de ahí empezamos a preguntar un poco más a la directiva. Poco a poco se iba viendo que esos rumores eran ciertos y lo acogimos como unos profesionales del fútbol. Una vez vino el que fue luego nuestro presidente en el Granada 74, Carlos Marsá, y se reunió con todos los jugadores, vio un partido nuestro... Nos lo tomamos con profesionalidad, nosotros nos debemos a un club, y si ellos decidieron hacer eso lo acatamos con profesionalidad.
¿Teníais claro que fuese a salir adelante la compra del equipo?
Al final es como todo, pensábamos que era solo un rumor. Ya no solo era a Granada, había tres o cuatro ciudades que querían el equipo. Era un poco un rumor, tampoco le hacíamos mucho caso ni le dábamos importancia. Estábamos centrados en la liga pero cada vez se iban intensificando los rumores y aparecían más ciudades. Granada fue la que cogió más fuerza y nos fuimos allí.
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Daniel Fragoso, durante un entrenamiento del Ciudad de Murcia. |
¿Cómo lo vivió la afición? ¿Teníais trato con ellos?
Yo no tenía mucho trato porque estuve poco tiempo, pero lógicamente no les gustaba. Se crearon movimientos para que no se hiciera, pues no era lógico que un equipo de Segunda División cambiase de ciudad. Había muchos seguidores del Ciudad de Murcia, y entiendo que no les gustó que se llevasen el equipo de su localidad. Pero al final era algo que no dependía de nosotros, era cosa de los dirigentes.
En el cambio de ciudad os mantuvisteis ocho jugadores, ¿pudieron ser más o menos?
El día que nos vino a ver Carlos Marsá tuvo una reunión con nosotros y dijo que le gustó mucho el equipo y que su idea era mantenernos a todos. Al final fuimos ocho y nos unimos para irnos para allá, a una ciudad nueva para jugar. También hay que comentar que todos los que estaban trabajando en el Ciudad de Murcia se fueron a Granada. Directivos, directores deportivos, gente de oficinas y demás empleados se desplazaron. Lo único que hubo nuevo fue, evidentemente, Carlos Marsá, y cuatro o cinco directivos de su confianza. De todos modos era como ir a un nuevo equipo, aunque con algo inédito, ya que ocho jugadores hicieron el mismo cambio de club en el mismo año. Aunque sí que es cierto que fue un poco extraño.
Decidieron trasladarnos a Motril, una ciudad que nos acogió muy bien pero estaba a 80-90 kilómetros de Granada"
Una vez se consumó la compra y os fuisteis a Motril, ¿Cómo lo vivisteis en el vestuario?
Hubo algún problema porque el alcalde que había en Granada en ese momento no nos dejaba jugar en Los Cármenes. El estadio principal de la ciudad pertenecía al Ayuntamiento y decían que no podía haber dos equipos jugando simultáneamente en el mismo estadio. Al final decidieron trasladarnos a Motril, una ciudad que nos acogió muy bien pero estaba a 80-90 kilómetros de Granada. Entrenábamos en Granada y nos teníamos que desplazar cada fin de semana y una o dos veces a la semana para entrenar en las medidas del campo, ya que era pequeñito en cuanto a dimensiones, sobre todo comparado con otros de la categoría. Fue un año extraño y con todos los problemas que habían se bajó de categoría.
¿Cómo vivía la situación la afición?
Igual que nosotros, ya que desplazarse tantos kilómetros era incómodo. Además, ahora hay una buena autopista, pero en aquella época no estaba todavía. La afición que teníamos nosotros en Granada era reducida, pero también se juntaba gente de Motril a la que le gustaba el fútbol, que al ser de Segunda División atraía bastante.
¿Había confianza en el proyecto del Granada 74?
Sí, nosotros teníamos mucha confianza en Quique Pina. Sabíamos que si nos íbamos a Granada era para mejorar o para seguir funcionando de la misma manera. Era un proyecto ambicioso e ilusionante.
¿Por qué crees que no funcionó?
Aparte de que no nos dejaran jugar en Los Cármenes, fue un año raro. Había problemas económicos, no estábamos al día, etc. Empezamos bien de primeras, pero el equipo cogió una racha mala, hubo cambios de entrenador y la temporada terminó con el descenso.
Con los problemas económicos que había, perdoné dos años de contrato"
¿Qué hiciste tú tras descender?
Me fui al Cádiz, creo recordar que fui el primero en irme. Después de esos problemas económicos, a pesar de tener para dos años más, no tenía confianza y perdoné lo que me quedaba de contrato. En Cádiz estuve en Segunda División B, en el mismo grupo que mis antiguos compañeros. Estuve al tanto de todo, creo que solo se quedaron dos o tres jugadores en ese equipo y desde el primer mes tuvieron problemas económicos, se fueron a jugar a Pino Puente (Granada)... Fue una lástima lo que ocurrió.
¿Crees que estos caminos suelen funcionar?
Al final hay dos opciones, puede ir bien o mal. No tienes el calor de tus aficionados y otras circunstancias desencadenan en que no vaya muy bien la situación.
Un equipo que está al borde de la desaparición es el Real Jaén y estuviste allí dos temporadas recientemente, ¿Cómo estaba la situación?
El primer año fue muy bien, sobre todo en tema de cobros. La segunda temporada ya empezaron los problemas y nos dejaron sin pagar a todo el equipo el último mes además de las primas. Es un club muy peculiar en el que se están haciendo muy mal las cosas y ahí están los resultados... En poco tiempo han pasado siete u ocho entrenadores, más de 100 jugadores, etc. Me da pena porque es una ciudad que me encanta, estuve muy a gusto tanto yo como mi familia. La afición es muy fiel y los grandes perjudicados están siendo ellos. Yo soy de los que piensa que los aficionados son los motores de los clubes. Los jugadores también sufrimos, pero el sentido de pertenencia que tienen los aficionados ahí es muy grande. Es un club con mucha historia que se merece estar más arriba.
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Daniel Fragoso, posando con la camiseta del Real Jaén. Fuente: www.muchodeporte.com |