Día de 'partidos' en Vallecas

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Los dos equipos de La Burdeos llevan a cabo una mañana de fútbol en La Unión

 
Jugador y jugadora del Independiente de Vallecas. 


11:00 de la mañana en el barrio madrileño de Vallecas. Decenas de aficionados se reúnen en el campo municipal de La Unión con ganas de volver a ver a su equipo tras más de un mes sin jugar. Y es que en esta ocasión el encuentro era aún más especial, pues jugaban como locales tanto el equipo femenino como el masculino. 

El choque de las chicas del Independiente de Vallecas no empezaba hasta las 11:15, pero la mayoría de socios ya estaban por el campo ayudando en lo que fuese. Y es que en un club popular cada persona colabora en lo que buenamente puede. Mientras unos, entre ellos algún jugador del masculino, se encargaban de colocar el merchandishing, otros, como el socio Daniel Cámara ofrecen unas papeletas para una rifa. "Hoy sorteamos unos pantalones del equipo, un disco de música y un libro sobre un equipo de refugiados", comentaba. Las papeletas se venden a dos euros y son de gran ayuda para el club, que se financia en parte con acciones de este tipo.


Imagen del partido del femenino. 



Poco a poco la gente se iba colocando en las gradas para ver al equipo femenino de la burdeos competir ante el ED Moratalaz. La comunión entre equipo y afición se hace notar en todo momento, pues muchos jugadores del equipo masculino y el mismísimo entrenador, Eduardo Arroyo, estaban presentes animando en el encuentro. "Esto es como una familia, todos nos apoyamos, hemos venido a ver al femenino y a tomar algo", comentaba Miguel Casallo, uno de los jugadores más jóvenes del equipo masculino. A pesar de que a diferencia de muchos otros jugadores, no es socio, está muy comprometido con los valores del club y considera que entre ellos está presente el de dar la misma importancia al equipo de hombres que el de mujeres.

Las chicas empezaron perdiendo (0-3) en la primera parte. Pero a pesar de que el encuentro estuviese muy cuesta arriba, los socios y aficionados situados en el fondo animaban sin parar. El apoyo también se hacía notar en el lateral, donde entre mucha otra gente, se encontraba el presidente Daniel Palacino, que acudió al estadio con su hijo. 

Con el Covid-19 no es lo mismo, el año pasado había mucha más gente y mejor ambiente"

En la segunda mitad las chicas recortaron distancias con un gol de Maricarmen López pero terminaron perdiendo por 1-4. Pero no por eso la gente se vino abajo, al final, el objetivo de todos es pasarlo bien en el partido. A pesar de todo, el socio Pablo González admite que con el Covid-19 "no es lo mismo". "El año pasado había muchísima más gente y ambiente, sobre todo para ser un equipo de regional", añadía. De todo modos, comenta que muchos socios del equipo exprimen al máximo los días de partido y acuden al campo con horas de antelación, ven en fútbol y aprovechan para tomar algo. En el Independiente de Vallecas se ve el fútbol como algo más que un juego, también es un modo de socializar, una oportunidad para tomar una cerveza con amigos, etc.

Los rivales y árbitros que vienen a La Unión se quedan, una vez más, impresionados. En un mundo en el que la mayoría de gente no conoce el fútbol más allá de la primera división, a algunos les choca ver la masa social que mueve el equipo popular vallecano. 

Entrevista con Marta Griñán, delantera del femenino. 



Tras finalizar el partido del femenino, algunas jugadoras acompañan a Violeta, la portera que lamentablemente sufrió una lesión. Pero la jugador, socia y una de las fundadoras de la sección femenina Marta Griñán sigue en La Unión y va a ver al masculino. Nos asegura que "el ambiente es increíble". "Para nosotras, disfrutar en una categoría así de esta grada que nos anima todo el rato, es impresionante", añadía. Además, reconoce que sus amigas "flipan" y les parece increíble el ambiente que hay en la última categoría del fútbol femenino. 

En el primer partido estuve prácticamente llorando"

Además, la delantera del Independiente de Vallecas dice que no se arrepiente de sumarse al equipo. "En el primer partido ganamos fuera de casa (0-5) y estuve todo el rato en el banquillo animando y emocionada, prácticamente llorando", confesaba. Y es que aparte de ser la cuarta capitana, ha sido una de las personas que ha construido al equipo y ha vivido todo el proceso. 

Imagen del partido del masculino. 



Poco a poco los socios, aficionados y jugadoras se van colocando en la grada, se acercan las 13:30 y juegan los chicos ante el Polígono H San Blas B. Es el cuarto partido que juegan esta temporada y pueden lograr la tercera victoria. Los vallecanos salen al terreno de juego bien posicionados y con intensidad. Al poco tiempo de empezar, Pedro logra abrir la lata con un golazo desde fuera del área. Posteriormente llegó el gol de Unai, que allanaba el camino de los vallecanos. Sin embargo, los visitantes no se rendían y al poco tiempo de iniciar la segunda mitad consiguieron igualar el marcador. Finalmente, un gol de Martín en los últimos minutos colocaba el 3-2 y hacía enloquecer a los aficionados vallecanos. 

Los jugadores, entusiasmados por la victoria, acudieron al fondo a celebrar y cantar con ese grupo que no paró de animar en todo el encuentro. La alegría era más que evidente. También fueron saludando, uno por uno, a los aficionados que estuvieron presentes en las gradas, mientras estos les felicitaban. 

Los jugadores celebran la victoria. 



Después de la celebración, Eduardo Arroyo, uno de los dos entrenadores del equipo masculino habla del "maravilloso ambiente" que hay en los partidos en casa. "Se dice pronto, pero a veces es incluso difícil que los jugadores te oigan las instrucciones por el ruido que hay", comenta entre risas. Se muestra contento por el resultado y por el juego del equipo, que está "en una línea ascendente" y confía en poder seguir así. 

Eran ya prácticamente las 16:00 y la gran masa social del Independiente de Vallecas empezaba a abandonar las instalaciones municipales de La Unión. Todos vuelven a sus casas con las ganas de que llegue otro fin de semana para ver a su equipo, pero con la incertidumbre de cuando se dará la ocasión en esta temporada tan atípica. Una derrota del femenino y una victoria del masculino, pero los socios se marchan con la satisfacción de que han vivido un gran día de fútbol y de ver competir a un equipo que, al fin y al cabo, es suyo.

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