Antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid: el paraíso del socio

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Piscina de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Fuente: www.lagalerna.com



Si hay algo que siempre hemos defendido desde aquí, es el respeto a los socios y aficionados. El hecho de dar la importancia que merece a todas aquellas personas que aportan y apoyan al club. En pocas palabras, hacerles sentirse como en casa. Hablar de esto puede ser algo utópico en la mayoría de clubes de la actualidad, pues la mayoría no pertenecen a su masa social.

Pero vayamos al grano, pues una de las historias que dejan ver la importancia del papel del socio en un equipo, es el de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. El club madridista, al igual que FC Barcelona, CA Osasuna y Athletic Club, es uno de los cuatro equipos que se salvan del modelo de Sociedad Anónima Deportiva en el fútbol español. Y, aunque ahora las cosas hayan vivido un cambio radical, dichas instalaciones fueron un auténtico centro social y de ocio para los aficionados (y dueños) del equipo madrileño.

Actualmente las instalaciones de entrenamiento del Real Madrid se encuentran situadas en Valdebebas, a las afueras de la capital. Esto es así exactamente desde 2005, cuando un joven Dani Carvajal colocaba la primera piedra. Pero la antigua Ciudad Deportiva se encontraba en plena ciudad, exactamente en el mismo lugar en el que están situadas ahora las famosas cuatro torres de la capital, al lado del Hospital Universitario de La Paz. Estuvo presente durante un total de 41 años, desde que se inició su construcción con el ex presidente Santiago Bernabéu al mando. 

Las famosas torres de Madrid están situadas en el lugar de la antigua Ciudad Deportiva.


El disfrute del socio
La Ciudad Deportiva del Real Madrid contaba con campos de entrenamiento, vestuarios y gimnasios. Hasta aquí todo parece normal, pero la diferencia es que no eran solo para el uso de profesionales del club, pues los socios también tenían derecho a hacer uso de las instalaciones. Es decir, que aquello era un club social para los madridistas. También destacaban las piscinas olímpicas con trampolines en las que centenares de familias madridistas disfrutaban en los días más calurosos del verano madrileño. Además de los propios socios del club, también los invitados de estos podían gozar de dichas instalaciones, aunque previamente debían pasar por caja. 

En el otro lado del pabellón también se podía encontrar un Club de Tenis, pero este era más selectivo, pues para entrar no solo debías ser socio del Real Madrid, sino del mismísimo club. En él se podía disfrutar de gran cantidad de pistas de tierra batida (en las que entrenaron grandes tenistas de la época). La instalación también contaba con un gran restaurante con un lujoso salón en el que se podían realizar celebraciones familiares. 

Otra de las grandes infraestructuras de la Ciudad Deportiva era el Pabellón de Hielo, único de la Comunidad de Madrid en aquella época. En él, no solo podían acudir los socios del Real Madrid a pasar un buen rato, pues muchos se acercaban asiduamente a ver a la sección femenina de patinaje sobre hielo. 

Pabellón de Hielo. Fuente: www.lagalerna.com



Durante los años 70 y principios de los 80, otro beneficio que poseían los socios era el derecho a asistencia a los entrenamientos, además del mismísimo uso de esas instalaciones. La sensación para los socios era de cercanía total con el club, ya que no solo podían asistir diariamente a verles entrenar, pues también se cruzaban a menudo con jugadores de la sección de baloncesto o voleibol (desaparecida en 1983).

Pero aquella etapa terminó para el socio madridista, pues en una mala época económicamente hablando, el club vendió los terrenos para la posterior construcción de una y media de las famosas torres de la ciudad. Madrid había crecido enormemente los últimos años, provocando que aquella zona pasase de estar en las afueras a tener gran importancia urbana. Por lo tanto, los precios subieron y el presidente Florentino Pérez se deshizo de la zona por una cantidad cercana a los 80.000 millones de pesetas (480 millones de euros).  En 2003, el equipo blanco abandonó definitivamente la Ciudad Deportiva, la cual terminaría de demolerse un solo año después. Ya en 2005, el actual jugador de la primera plantilla Dani Carvajal, inauguró la Ciudad Deportiva de Valdebebas, cuando apenas era un alevín. 

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