Líberos Jaén y la vía societaria para alcanzar los objetivos de la afición

El proyecto de Líberos Jaén ya ha sido comentado en esta web, un proyecto que busca recuperar el club de manos de un máximo accionista que les está llevando a la ruina, y democratizarlo para que todos los aficionados puedan decidir de las cuestiones importantes del club, así como fiscalizarlo para evitar que se lucren a costa del sentimiento ajeno. 

Pero toda lucha necesita de un trabajo de “rearme” previo, y es lo que los promotores de la asociación Líberos Jaén han anunciado en el día de hoy. En concreto, han emitido en sus redes sociales un comunicado que  anunciaba la creación de un censo de accionistas del Real Jaén, para tratar de englobar el mayor número posible de accionistas y plantear las medidas que la Ley de Sociedades de Capital permite a los accionistas minoritarios para fiscalizar la gestión y cuentas de la Sociedad Anónima Deportiva.


La vía societaria es una vía todavía poco explorada por parte de los aficionados de los equipos que se transformaron en Sociedades Anónimas Deportivas. Tenemos el ejemplo de la asociación de accionistas del Málaga CF, que consiguieron apartar de la gestión al máximo accionista, la batalla de Libertad Valencia CF, que comentábamos en artículos anteriores, y ahora Líberos Jaén que busca presionar también por esa vía para conseguir el objetivo final de la democratización del Real Jaén.

La realidad es que es una vía muy útil para asegurarnos de que nuestros equipos se gestionan adecuadamente, pero por desgracia bastante desconocida entre el ciudadano medio, por estar más reservada a círculos más familiarizados con las inversiones en empresas Esta vía es posible gracias a la protección que establece la Ley de Sociedades de Capital del accionista minoritario.

En primer lugar, la posibilidad de impugnar los acuerdos que tome tanto el máximo accionista de un equipo, como las decisiones de los consejeros que este ha nombrado. Esto siempre que se agrupe el 1% de las acciones y las decisiones que se impugnen, sean ilegales o vayan en contra de los intereses de la Sociedad Anónima Deportiva. De esta forma, se podrían haber evitado muchas de las gestiones que han llevado a la ruina muchos clubes, puesto que los accionistas minoritarios, en su mayoría verdaderos aficionados del equipo que tienen acciones, harían lo posible por impugnar cualquier decisión que fuera contra el interés de la Sociedad Anónima Deportiva.

Por otro lado, y es el objetivo que tienen todas estas asociaciones, la Ley de Sociedades de Capital, aún establece mayores herramientas de protección del interés social, a los que consiguen agrupar el 5% de las acciones de una Sociedad. El 5% permite convocar Juntas Generales, exigir información de las operaciones que se realizan en la Sociedad, solicitar una segunda auditoría externa de las cuentas y sobre todo, la posibilidad de exigir responsabilidades por una mala gestión, mediante la acción social de responsabilidad. Si todos los equipos transformados en Sociedades Anónimas Deportivas, tuvieran al menos este porcentaje en manos de los aficionados, se evitarían muchas de las decisiones que han acabado con equipos históricos en una espiral de desastres económicos y deportivos. Ya solo con la amenaza de que los accionistas pudieran interponer una acción social de responsabilidad al máximo accionista, este se aseguraría de gestionar adecuadamente, o la presión haría que al final cediera o vendiera sus acciones a los aficionados y estos pasaran a ser otra vez a ser sus legítimos dueños.


 

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