Racing Club de Madrid: de la negligencia al olvido

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Desde que tenemos uso de razón Madrid siempre ha sido una gran cuna futbolística, grandes jugadores se han criado en sus innumerables barrios, y muchos de sus equipos se han hecho un hueco en el fútbol nacional e internacional. Si hablamos de la capital nos vienen a la mente equipos como el Real Madrid, Atlético de Madrid, Rayo Vallecano, Getafe, Leganés… pero hubo un tiempo lejano, del que muy pocos se acuerdan, en el que otro equipo madrileño acaparaba la atención de un público que empezaba a disfrutar cada vez mas de este hermoso deporte, pongamos que hablo del Racing Club de Madrid, un club olvidado por propios y extraños.

Seguramente todos los que estéis leyendo este artículo no conocéis la década de los años 20 y 30 de primera mano, tan solo de oídas cada vez más distorsionadas. Por aquel entonces el fútbol comenzaba a profesionalizarse, los inicios para un club no eran nada fáciles, los equipos que surgían solían durar muy poco y los que perduraron sería gracias a fusiones con otros equipos, esta fórmula la utilizó el Racing Club de Madrid, surgido un 13 de septiembre de 1914, siendo el resultado de una fusión entre el equipo de fútbol del Instituto Cardenal Cisneros y del Regional Foot-ball Club. Ramón Teja sería el primer presidente de esta entidad, situada en el barrio madrileño de Chamberí, este equipo recién formado daría mucho de que hablar en los años venideros.

Escudos del Racing Club de Madrid a lo largo de su historia

Con rayas rojas y negras, el Racing se inscribió en el Campeonato Regional Centro, que era una oportunidad para clasificarse a la Copa del Rey, ese mismo año el Racing conseguiría ganarlo en 1915 (siendo uno de sus mayores logros) y clasificarse por ende a la Copa del Rey, en la que sería eliminado por Arenas Club de Guecho, que al finalizar dicha edición se haría con el título.

En 1928 el Racing se convirtió en uno de los equipos fundacionales de la categoría de plata, disputando así la primera temporada en Segunda, aunque esta fue desastrosa para el equipo y acabaron descendiendo a Tercera. En Tercera, debido a desavenencias con la Federación, junto a otros equipos como Osasuna, Celta o Zaragoza decidieron no participar, pero eso si, el Racing Club si que lo haría en la Copa del Rey cayendo contra todo un Real Madrid en cuartos, siendo este uno de los momentos más importantes de su historia.

Años dorados y hecatombe 
Llegarían los años dorados de un club que cada vez contaba con más masa social, que quería crecer deportivamente y por ello fue ampliando las secciones, poco a poco el campo se iba quedando pequeño y el éxito que les acontecía superó a una directiva que se pasó de ambiciosa. Decidieron cambiar la sede de barrio, concretamente a Puente de Vallecas, decisión que derivó en el enfado e indignación de unos aficionados que lo habían dado todo por su equipo. Pero no fue sólo el cambio de sede lo que acabó con el Racing, el mayor de los problemas vino cuando el club, endeudado y con el agua al cuello decidió hacer una gira por América para paliar los gastos y la deuda. Esta gira habría sido lícita con el permiso de la Federación, pero ¿qué ocurre?, que la Federación en ningún momento dio el visto bueno a una gira que ya olían que iba a terminar en desastre.

Equipo campeón de la Región Centro en 1915

El equipo no solo no atrajo al público americano, sino que el propio promotor de la gira les dejó abandonados teniendo que ser salvados por la misma Federación a la que habían ignorado, ¿el resultado?, una multa y más pérdidas para un equipo que se encontraba sin aficionados fieles y con un estadio recién comprado, ya se mascaba la tragedia…

Como era entendible el nuevo estadio del Puente de Vallecas no generó el entusiasmo necesario y por otro lado los aficionados del barrio de Chamberí les dieron la espalda por haberles abandonado. El club acabaría desapareciendo en 1932, despidiendo a los jugadores y malvendiendo el estadio. Tras la Guerra Civil hubo un intento de reflotar al equipo, pero no tuvo éxito y finalmente en 1977 la historia del Racing Club de Madrid finalizaría de forma triste.

Lo que podría haber llegado a ser un club histórico de la capital se quedó en el camino, por culpa de una directiva que abogó por un fútbol negocio que empezaba a emerger con una fuerza imparable. No supieron escuchar a los aficionados, ni entender lo que el club necesitaba, pese a tratarse de los años 30 este caso no deja de recordar al presente, y a todos esos clubes desaparecidos por la negligencia del egoísmo empresarial, parece que seguimos sin aprender nada…

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