Foto de Piotr Maniszewski |
A sus 31 años, ha disputado su primer encuentro del Trofeo Fénix ante el FC United of Manchester
De Asturias a Polonia. Otro idioma, otro modo de vida y otras costumbres. Este es el caso de Diego, un gijonés que se marcho con solo 23 años a un país completamente distinto a buscarse la vida.
Pero había una cosa que no podía dejar atrás: el fútbol. Diego siempre jugó al deporte rey en su juventud, tanto en Asturias como en Vitoria, donde llegó a debutar en Preferente. Además, tuvo una época en Inglaterra en la que además de dar clases de español a niños, aprovechó para hacer lo que más le gusta.
Una vez llegó a Polonia, Diego asegura que no se podía imaginar la vida sin los entrenamientos y los partidos del fin de semana. Por lo tanto, se apuntó para jugar en categoría regional. No quería que se apagase la llama que le mantenía unido al fútbol.
Fútbol popular en Polonia
Actualmente juega como portero en el Aks Zły, primer club de accionariado popular de Polonia. "Yo me mude a Varsovia, al principio de la pandemia, ya tenía mirado algún equipo en el que jugar que me pillase por el centro. El Aks Zły en un principio no me decía nada, pero vi que tenían una web en inglés, jugadores extranjeros, que organizaban conciertos y actos benéficos y me gustó ". En ese momento, Diego fue a probar en un entrenamiento, les gustó y se quedó en el equipo.
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"La gestión es como en un club de accionariado popular cualquiera: un socio, un voto", cuenta el asturiano. Hay una junta de 4-5 personas que llevan las decisiones principales, pero cada seis meses se lleva a cabo una asamblea para votar presupuestos y temas de mayor importancia.
La afición polaca
No hay un número exacto de aficionados que acudan a los partidos del primer equipo de fútbol popular polaco. "En algunos partidos vienen 20, en otros 100, depende de muchas cosas", comenta. Sin embargo, el grupo privado de Facebook del equipo cuenta con 900 seguidores, cosa que señala la masa social que puede tener. Todo eso, teniendo en cuenta que militan en el penúltimo escalón del fútbol polaco, "algo similar a la Preferente de España", cuenta Diego.
"El fútbol regional se vive con más pasión en Polonia"
A diferencia del fútbol regional español, sobre todo en los pueblos, en Polonia hay más seguimiento, según cuenta el asturiano. "Cuando jugué en un pueblo del País Vasco nos iban a ver 3 o 4 personas", matiza. Sin embargo, en Polonia los habitantes de los municipios, por muy pequeños que sean, se movilizan más. "El fútbol regional, aquí, se vive con más pasión", asegura. Sin embargo, también reconoce que suele haber "más violencia". Por suerte, eso no pasa en el Aks Zły: "Mi equipo me encanta, nunca insultan al árbitro ni al contrario, etc. Respetan a todo el mundo".
Trofeo Fénix
Cuando salió lo del Trofeo Fénix, en el vestuario no hicieron mucho caso. Pensaron que era algo complicado, que hacía falta mucho presupuesto y que no iba a salir. Además, la plantilla estaba más centrada en lograr un ascenso de categoría.
Foto de Piotr Maniszewski |
Sin embargo, cuando la noticia fue oficial, la alegría fue inmensa. Diego reconoce que le fastidió un poco que no tocase en su grupo el CD Cuenca Mestallistes, pues le apetecía ir a España, pero cuando vieron que se iban a enfrentar al FC United of Manchester la alegría fue inmensa. "Solo queríamos que llegara ese día", asegura.
"Cuando vienes del barro, ver a 800 gargantas animando, emociona"
"El partido ante el FC United of Manchester fue indescriptible, como estar en una nube", define Diego. Acostumbrado a jugar en los peores campos y en el barro en los que acudían los padres y poco más, "ver a 800 gargantas cantando es algo que emociona". Además, se muestra satisfecho con su actuación y las buenas paradas que hizo, a pesar de encajar seis goles.
Taking in the atmosphere here in Warsaw! @AksZly against @FCUnitedMcr in @FenixTrophy action. pic.twitter.com/YHVFkrmhqL
— SD Europe (@SDEurope07) October 27, 2021
"La diferencia de nivel fue abismal", cuenta el portero de Gijón. El equipo pionero del fútbol popular en Europa cuenta con jugadores cedidos de segunda división inglesa, o con un jugador que se pasó 10 años en la cantera del Manchester United. "Físicamente estaban como toros y sabían jugar bien, con automatismos, etc". Unos 200 aficionados visitantes acudieron a la cita en Polonia y se juntaron con los locales para cantar canciones. Posteriormente al partido, se alquiló un bar/discoteca y salieron todos juntos.
El Trofeo Fénix tiene grandes beneficios para los equipos participantes. "Sobre todo la visibilidad, muchos medios nacionales se han hecho eco de esto, y eso viene bien para captar patrocinadores". Al final, el Aks Zły debe mantener a tres equipos, y siempre son bienvenidos nuevos fondos. Los aficionados aportan la voluntad y los jugadores en teoría ayudan con 10€ al mes.
El principal problema es la financiación de los viajes por Europa. El club es muy humilde y no tiene para vuelos al extranjero, por lo que en un principio se propuso viajar a Ámsterdam a uno de los partidos en autobús. "El viaje es una paliza, son unas 15 horas de las cuales quizá se duerme en tres, sería muy complicado jugar tras ese trayecto", cuenta el portero español. "Desde la plantilla propusimos pagar nosotros el vuelo, aunque todavía no sabemos muy bien que vamos a hacer". La realidad es que con las ayudas que proporciona el Trofeo y patrocinadores, no es suficiente.
Ceares y Unionistas, seguidos en Polonia
Diego confiesa que sigue a Unionistas de Salamanca, quienes considera que están haciendo muy bien las cosas. Sin embargo, el principal equipo de fútbol popular al que no le pierde la pista es el UC Ceares, club del barrio de su padre. "Es increíble que estén en Segunda RFEF siendo un equipo de barrio", cuenta.