Desde los minutos previos se pudo vislumbrar un gran ambiente para el encuentro de este domingo. La afición local respondía al llamamiento del club y abarrotaba las terrazas de los bares próximos al estadio. Una vez dentro se dejaron las gargantas animando a los chicos de Jorge de Dios, incluso cuando estos no estaban del todo acertados en el terreno de juego, como es habitual en estos "seareiros". Por su parte, la afición visitante llegaba a o Couto sabiéndose capaz de que los suyos podrían generar peligro, aprovechando las inseguridades que genera el comienzo de la nueva fase, y desde el primer minuto, bombo en mano y con mucho sentido del humor se pusieron a animar ubicados detrás del banquillo en el que se encontraba la plantilla del Umia CF.

El transcurso del encuentro fue mucho más trabado de lo que estaba siendo habitual en esta temporada, producto de que ambos equipos tuviesen la ambición de los 3 puntos y de tratar de conseguir llevar el peso del juego. Es por esto que no se acumularon demasiadas ocasiones claras en los 90 minutos, aún así, las emociones estuvieron a flor de piel todo el tiempo y se notó la tensión en el ambiente hasta el pitido final.

La primeras llegadas fueron iniciativa de la UD Ourense con dos remates, uno por parte de un Gabi Sanín muy activo todo el encuentro, probablemente espoleado por enfrentarse al equipo con el que su exclub, el Ribadumia, disputa el derby del Umia (últimamente desaparecido al encontrarse los equipos en distintas categorías). La segunda ocasión la tendría Carlos de Dios, al encontrar un balón en el área rival que fue enviado a córner tras una gran intervención del guardameta visitante. De "o Demo de Maceda" podemos decir que se mostró muy serio en las labores de presión a la defensa rival y, cuando el partido lo necesitó, colaboró en la defensa de la banda izquierda.

Cuando nos acercábamos a la media hora de encuentro, de nuevo Gabi Sanín en un derroche de visión de juego, filtraba un magnífico balón a Hugo García que, siendo un experto en utilizar el cuerpo para abrirse huecos, se topó con la pierna del central, permitiendo que el portero atrapase fácilmente el esférico.

Y cuando nos imaginábamos que el descanso llegaría con un 0-0 en el marcador, tuvieron lugar las dos jugadas que aumentaron el picante al encuentro: 

En el minuto 40, Champi botaba una falta provocada en la banda derecha encontrando el imparable remate de Corzo; el portero rival nada pudo hacer para evitar el 1-0.

Y acto seguido, cuando los ourensanos se disponían a alargar las posesiones para provocar la llegada del descanso, el propio Corzo perdía un balón, aparentemente  fácil, ante la presión del artillero ribadumiense, Jonás, y el máximo goleador de los visitantes no fallaría en su mano a mano contra Ramón e igualaría el marcador, poniendo el 1 a 1 con el primer tiro entre los tres palos de su conjunto.

A pesar de que el 2-1 obligaba a los visitantes a arriesgar, algo que se percibió en los cambios ofensivos realizados por el entrenador, la UD Ourense no fue capaz de anotar un tercer gol que cerrase el encuentro y aportase calma a los corazones de los presentes. El balón era suyo pero los jugadores del Umia supieron defenderse para minimizar las ocasiones locales, contándose en los 30 minutos siguientes solo un disparo peligroso, obra de Raúl Melo, que fue perfectamente desviado por el cancerbero.

Esta falta de disparos a puerta no fue producto de una bajada del ritmo en el transcurrir del partido, sino que ambos equipos intentaban buscar la espalda de las defensas y se provocaban jugadas muy trabadas que, con otra suerte, hubiese supuesto que los delanteros se hinchasen encontrando balones sueltos habilitándoles para el 1vs1 contra los porteros.

Y todos sabemos como son los últimos 10 minutos de un partido abierto en estas categorías. Los jugadores del Umia aprovechaban cualquier balón para colgar centros al área en busca de un rematador, mientras que los efectivos rojillos se preparaban para defender el asedio rival sin olvidarse de una posible contra que matase el encuentro. Y las ocasiones llegaron para ambos conjuntos: En el minuto 81, un centro desde banda izquierda encontró rematador en el área pequeña ourensana, por suerte para las intenciones locales el balón se marchó por encima del larguero.

Y en el minuto 87, Litos se encontraba en la misma situación, gracias a un balón colgado por parte de Xinzo y rematando en el área rival también mandaba el balón por encima de los 3 palos.

El partido moriría con los aficionados y con el banquillo local pidiendo la hora, sufriendo para llevarnos unos 3 puntos muy importantes para empezar con buen pie los partidos en los que nos jugaremos la vuelta a tercera división.

Esta vez es obligatorio hacer hincapié en el buen ambiente que se vio en las gradas de o Couto por parte de las dos aficiones. Los unionistas pretenden apoyar al equipo incluso en los partidos fuera, ofreciendo la posibilidad de fletar buses, existiendo la opción de comprar viajes para un único partido, por un precio de 15€, o adquirir un bono para los 5 partidos pagando 60€.